Bajo una increíble pérgola en la terraza principal de Casa San José, un arco de flores sobre una fuente antigua y todos los invitados presenciando frente a ella una emotiva ceremonia donde el padre de la novia estuvo presente en el corazón de todos y en todo momento y llevándolo más de cerca, con una fotografía en el ramo de Janie. La pareja que se jura amor eterno, a un costado de ellos, una imagen de su mascota, que estuvo a un costado de ellos en todo momento. La sorpresa del día fue que tradicional mariachi los esperaba al finalizar la ceremonia.

Las armónicas calles de San Miguel de Allende crearon una combinación bohemia con el vestido de Janie, los novios se dejaron ver llenos de amor y se crearon las más hermosas fotografías, las mismas calles que recorrieron un día antes en una divertida callejoneada, en donde les dieron la bienvenida a sus invitados. 

Los invitados se dieron cita a la fiesta llena de color y detalles llenos de color, donde hubo desde maracas, hasta un rincón de degustación de tequila y un carrito de helado con sabores tradicionales de San Miguel de Allende. Agregando más detalles, un lindo bastidor daba la bienvenida a todos los invitados, invitándolos cálidamente a encontrar su lugar mediante un cuadro con instantáneas de cada uno de los invitados. Para abrir el apetito de los invitados, se prepararon y repartieron ricos canapes, mientras tomaban los más ricos cocteles y vino al son del mariachi. Las tradicionales y deliciosas quesadillas de comal no se hicieron esperar, todos estaban felices de pedir cada uno de los guisados que se ofrecían. No se hicieron esperar los discursos emotivos de de los más cercanos, creando calidez en el ambiente.

Al finalizar la recepción, los novios tuvieron un romántico baile a solas, en la terraza principal, donde unas horas antes, intercambiaron sus votos.